Kermanshah

Kermanshah se encuentra en una zona montañosa, a una altitud de 1200 metros sobre el nivel del mar y en la parte central de la provincia de Kermanshah con clima montañoso templado. Debido a la existencia de la montaña Paraw, el pico más alto de esta ciudad, en términos del clima climático, étnico y religioso, Kermanshah ha sido apodado la India de Irán, porque tiene cuatro estaciones a la vez. La ciudad de Kermanshah tiene cinco distritos: Bilavar, Firoozabad, Kuzaran, Mahidasht y Markazi, cuatro ciudades y 13 aldeas. Kermanshah es la novena ciudad más grande de Irán, la segunda residencia real de los sasánidas, una de las ciudades turísticas con atracciones naturales, históricas y culturales de Irán. La cueva de Paraw, una de las cuevas más grandes de la montaña Paraw, tiene una reputación mundial.

Es una de las vías de comunicación entre las intersecciones norte-sur y este-oeste y es muy importante por su proximidad a Irak y su ubicación en el camino a Karbala y Bagdad, lo que le da grandes influencias culturales y espirituales. La economía de Kermanshah depende de la agricultura, la industria, los complejos de fabricación y la refinería de petróleo. Alimentos, los materiales de construcción, las artesanías y las alfombras de Kermanshah son parte de las exportaciones de Irán. El mercado fronterizo de Parviz Khan tiene la mayor actividad entre los mercados fronterizos iraníes. La música, la danza local y los dulces son otras características culturales de esta ciudad. La mayoría de los residentes de Kermanshah son kurdos. La gente de esta ciudad habla en Kurdi con el dialecto de Kermanshahi, Kalhori, Jafi y Laki, así como en Farsi con el dialecto de Kermanshahi. La mayoría de los seguidores del islam de esta región son chiítas, pero también hay algunos sunitas en la región. Además, algunos grupos que siguen a una secta religiosa conocida como "Ahl" viven en esta ciudad.