Según la definición de la UNESCO, “El patrimonio cultural no termina con los edificios y los objetos. Este concepto también incluye tradiciones y manifestaciones vivas de nuestros antepasados que han sido transmitidas a sus hijos, tales como (1) tradiciones orales, (2) artes escénicas, (3) usos sociales, rituales y actos festivos, (4) conocimientos y usos relacionadas con la naturaleza y el universo, o (5) las técnicas y conocimientos utilizados en las actividades artesanales. Si bien esta área del patrimonio cultural es muy vulnerable, hoy en día se ha convertido en un factor importante para proteger la diversidad cultural frente a la creciente globalización. Comprender el patrimonio cultural inmaterial en diferentes sociedades ayuda al diálogo intercultural y promueve el respeto mutuo por otras formas de vida. Este patrimonio tiene unas características básicas: tradicional, contemporáneo y vivo; Es comprehensivo; es una representación; Y está orientado a la comunidad".
Los elementos anteriores fueron definidos en la Asamblea de la UNESCO en 2003 como las cinco áreas principales para salvaguardar el patrimonio espiritual de la humanidad. En consecuencia, la organización de la UNESCO comenzó a registrar el patrimonio cultural y espiritual de la humanidad de todos los países. Para ello, se establecieron comisiones nacionales en cada país para presentar a la organización el patrimonio inmaterial que reúne las condiciones necesarias para su registro y protección a nivel mundial y realizar los preparativos necesarios para la visita de los expertos de la UNESCO. En Irán también en 1388 SH (2009), Radif en la música iraní se registró como el primer patrimonio inmaterial destacado de los iraníes en la Organización Mundial de la UNESCO.