Los turcomanos de Irán, con su vestimenta y costumbres específicas de su región, son un símbolo de la naturaleza de Irán en la provincia de Golestán y el Sahara turcomano. Entre las danzas y cantos del pueblo turcomano, la danza más famosa y arraigada es la danza "Zekr-e Khanjar", cuya filosofía está arraigada en las creencias étnicas, culturales y religiosas de los pueblos de la región y ha sido recordada desde tiempos remotos.
"Zekr-e Khanjar", es un ritual conceptual y espiritual que se realizaba en ocasiones especiales para expresar gratitud y evitar calamidades. A menudo, esta danza se realizaba para protegerse contra desastres naturales, enfermedades o durante ceremonias felices, y cuando los nómadas turcomanos encontraban tierras fértiles para su ganado, con la presencia de todos los miembros de la tribu, junto con oraciones de acción de gracias.
Durante las guerras, las oraciones eran completamente épicas y se realizaban con atrevidos movimientos antes de enviar a los guerreros al campo de batalla o antes de las operaciones de caza para fortalecer y levantar la moral en los soldados, y hoy en día, tomar la daga (Khanjar) en la mano del cantor es un símbolo de esa época.
Festivos de baile turcomano
"Zekr-e Khanjar", se celebra en diferentes ciudades de la provincia de Golestán como Bandar Turkman, Gomishan, Gonbad, Kalaleh y Aq Qala y en varios festivales y días festivos nacionales y religiosos, ceremonias de boda y en la noche de Hanabandan, la celebración de "Aq Ash" o " Aq Qoeein" (una celebración que se celebra por los turcomanos cuando las personas alcanzan la edad de 63 años, que es equivalente a la edad del Profeta del Islam), la fiesta del Hajj, completar a leer todo el Corán, el nacimiento de un niño, se celebra la ceremonia de la circuncisión, etc.
Esta danza, en efecto, es un espectáculo artístico, marcial y de oración con movimientos coordinados y rítmicos ejecutados por hombres en grupos diferentes y con la indumentaria autóctona de la región como: larga capa roja, gorro de lana blanca, botas de cuero, rebozo y una daga en la cintura, una postura que tiene una forma de oración que es una percepción mística del estado y atracción de los sufíes.
Según las tradiciones, esta danza es similar a la danza de los derviches Naqshbandi y al ritual de Porkhani o Porikhani, que se realizaba en esta región en el pasado para tratar a los enfermos mentales. La ceremonia de "Zekr-e Khanjar" con el nombre "Goosh y Pari" también era común entre las mujeres turcomanas en el pasado.
En la celebración de esta danza ritual, por lo general, 4, 6, 8 o 10 personas se colocan en dos filas una frente a la otra como "parejas" y son las encargadas de realizar los movimientos rítmicos. La voz que entonan los cantantes mientras ejecutan el baile tiene un ritmo regular y resuena una especie de música épica en el espacio. Al lado del grupo cantante que se llamada Hamsara, hay una persona llamada "Porkhan" o cantante de Ghazal (forma poética tradicional iraní), que es conocido como "Baghshi" o "Bakhshi" entre los turcomanos, quien además de liderar el grupo mientras toca su Dotar, canta el Ghazal de apertura en el comienzo de la danza, que es un Ghazal místico con el nombre y el recuerdo de Dios y la mención de los nombres de los imanes, canta con una voz cálida, mesurada y melodiosa y continúa los pasos de realizar el "Zekr-e Khanjar" con la ayuda de Dios.
Curar a los enfermos espirituales
Según la historia de la realización de la ceremonia "Zekr-e Khanjar", que se remonta a unos tres siglos antes de la llegada del Islam, el tema de los poemas de esa época era épico y describía la valentía y el heroísmo de los guerreros, y después de la llegada del Islam, estos poemas tomaron un color religioso, y su tema se convirtió en la mención y alabanza de Dios y los santos divinos. Dado que el ritual de celebración de "Zekr-e Khanjar", a veces se realizaba con el objetivo de curar a los enfermos espirituales, Porkhan rezaba por la persona enferma en su memoria y le pedía la salud del enfermo a Dios.
Después de realizar el canto de Ghazal por parte del cantante, el primer movimiento comienza levantando ambas manos en oración hacia el cielo y diciendo Amén, y con el gesto del líder, el grupo canta el nombre de Dios fuertemente y con toda su potencia. Luego se bajan las manos desde la parte superior del pecho hasta la cintura, y en el siguiente movimiento, la fuerza interna se envía al suelo tras ser transferida a las manos.
La filosofía de este movimiento es simbolizar la creación del hombre a partir de la tierra. Repitiendo los sonidos y saltando hacia adelante y girándose unos hacia otros y parándose frente a frente, las personas presentes toman sus codos hacia la persona opuesta en señal de unidad y poco a poco hacen más rápido el canto y el ritmo de avanzar y retroceder.
El inicio de este ritual hasta llegar a la etapa final consta de siete movimientos. Cada persona debe dar siete vueltas, por lo que el número siete es el dominante en este ritual. Al final, el líder del grupo pronuncia la palabra Khanjar (la daga) y el grupo en el centro del círculo junta las manos sobre la cabeza, lo que evoca la vista de un pabellón o una cúpula. Este movimiento es un símbolo de la unidad y unificación de todas las tribus y clanes turcomanos y un signo de la victoria del bien sobre el mal, y con la realización del movimiento de unidad finaliza el ritual de la danza "Zekr-e Khanjar.