En la mitología iraní, la invención de la caligrafía se atribuye a Tahmuras, el tercer rey de la dinastía Pishdadian. Según el Shahnameh de Ferdowsi, después de que los demonios fueron cautivados por Tahmuras, pidieron misericordia y, a cambio, le enseñaron a Tahmuras la caligrafía. Al comienzo de la era islámica, el alfabeto formal de Irán era una especie de Pahlavi llamado “Farsi-e Miyaneh” o persa medio, y solo los libros religiosos se escribieron en escritura avéstica.
Después de la conquista árabe a los iraníes y con su influencia espiritual, así como la existencia de problemas técnicos en la escritura Pahlavi en las ciudades iraníes, la escritura cúfica reemplazó a Pahlavi. Fue durante los siglos XIV y XV cuando los iraníes desarrollaron Ta'liq, Nasta'liq y Shekasteh Nasta'liq lo que se mejoraron en los siglos XVI y XVII y alcanzaron la perfección en los siglos XVIII y XIX.
Hoy en día, muy pocas personas escriben en Ta'liq, pero Nasta'liq y Shekasteh Nasta'liq son muy comunes y prominentes. De hecho, la caligrafía persa-islámica es una de las artes florecientes que fascina tanto a los ojos como a los oídos. Como si las palabras escritas fueran encontradas por los ojos, leídas por el corazón y escuchadas por los oídos, despertando los dos sentimientos. Está claro que la creación y evolución de las líneas no fue la creación de un instante, sino el resultado de años y siglos de práctica, experiencia y creatividad de artistas, cuyas líneas y florituras han llegado a ser tan aceptadas y perfeccionadas hoy.
El practicante, con base en el gusto del comprador, puede utilizar papeles hechos a mano, marmolados, lisos o de colores, que también se escojan en concordancia con el texto. Este arte se usa principalmente para escribir copias del Sagrado Corán, el libro de los poetas o dichos famosos artistas. Uno de los más grandes maestros de Nasta'liq que desempeñó el papel más importante en su perfección fue Mir Emad de Qazvin.
Además de Mir Emad, artistas como Mirza Mohammad Hosein Emad ol-Ketab Qazvini, quien diseñó el famoso "Besmellah (En el nombre de Dios) en forma de pájaro Tughra por primera vez), Abd ol-Majid Taleqani y Malek Mohammad, todos de Qazvin han ayudado a que la ciudad de Qazvin sea conocida como la capital de la caligrafía de Irán.